domingo, 17 de mayo de 2009

Gracias por el fuego

"Cómo voy a creer/ dijo el fulano, que el universo es una ruina aunque lo sea y que la muerte es el silencio, aunque lo sea"

Hace ya casi 15 años, llegó a mis manos una hoja de papel que en ese momento sólo tenía el valor de la vanidosa intriga que puede despertar recibir un anónimo.

Era un poema, género que para mi no solamente era casi desconocido sino despreciado, qué cursis, qué hueva!

El anónimo dejó de serlo cuando Oliverio se acercó a la barra de un burdel  y dijo a una puta las palabras mágicas: "mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos ...." y la puta revira ... mi estrategia en cambio es más profunda y más simple, mi estrategia es qué un día cualquiera no se cómo ni se con qué pretexto, por fin me necesites; Táctica y estrategia, Mario Benedetti".

Fue una madrazo a la cabeza, al estomago, al alma, contundente, poderoso, qué es eso, quién es ese wey? Desde ese día soy tu fan, tu lector compulsivo y hoy dicen las noticias q estas muerto.

Desde aquel día decidí no salvarme, no dormirme sin sueño, hice un trato para que contaran conmigo, no hasta dos o hasta diez sino para que contaran conmigo. 

No puedo negar q estoy triste, pero tampoco creeré a pie y juntillas este falso abandono, se que estarás ahí en los árboles añosos, en el horizonte sin horas o en la huella del tacto, en su sombra y mi sombra.

Es tan lindo saber que usted existe!

martes, 5 de mayo de 2009

Nada se crea ni se destruye, todo se transforma

El día de ayer hice algo que venía posponiendo por muchas razones, una de ellas era el no estar seguro de qué significado iba a tener el hacerlo. Pero ayer por fin me decidí y lo hice, me tatué.

He tratado de explicar a mi modo el que carajos es esa mancha en mi espalda, pero quizá esto ayude: 

Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja. 

Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.

El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.

Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama 
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......


Jorge Drexler

domingo, 3 de mayo de 2009

27 de abril de 2009

Y llegó el 27 de abril de 2009, un año más o un año menos según se quiera ver,  llegamos a 32 y no tengo la menor duda que ninguno de ellos pasará a la historia no solo personal sino colectiva como este.

No podía ser de otra manera, si semanas antes un fulano desbarató el frente de mi coche por pegarle dos veces, porqué no quedarte sin festejos por una epidemia llamada "influenza porcina" y si eso no fuera suficiente que tal un temblor de 6 grados richter.

Así es, un cumpleaños con cubrebocas y sin abrazos  por recomendaciones oficiales. obviamente un pastel sin velas, soplarles sería exponer a la concurrencia al riesgo de ser contagiada por el oportuno y letal virus. Lo anterior sin olvidar el infaltable convivio q se lleva acabo afuera de las casas y edificios provocado por los gritos de "esta temblando". 

No era necesario, pero por si hiciera falta recibí la llamada que reafirmaría las hipótesis, "estas bien karmeado", qué voz con más autoridad para dar fe del hecho que ella. La mas grande y maravillosa calamidad de mi vida.

Quiero pensar que solo se trata de un postergamiento de fechas, que esta pausa en la que parece estar la cotidianidad será activada en unos cuantos días y podremos hacer como si fuera 27 de abril de 2009 y no celebrar un cumpleaños, sino la capacidad de lucha de nuestros anticuerpos chilangos, la inagotable resistencia de una ciudad a prueba de todo, hasta de si misma, en fin, celebrar la vida.

Invitados todos.


 




 

domingo, 19 de abril de 2009

Morirse de algo

Llegó el momento de poner al servicio del azar el resto, lo que queda, esas últimas cartas guardadas no por estrategia, ni por esconder el as que ganará agónicamente, sino por no saber cuando jugarlas. 

Supongo que todos pasamos por esos días en que intentamos cosas pensando en que no hay nada que perder, unos días nada más, no muchos, unos cuantos, se imaginan q sería de nuestras vidas si cada día hiciéramos las cosas con la absoluta seguridad de que tendrán éxito o que nos dirán que si?

No quiero pensar ahora en que sería lo que haría mañana si supiera por adelantado que tendría una respuesta positiva, es demasiado, qué tal pedir un aumento, un ascenso o buscar a Ana Claudia Talancon y proponerle jornadas inagotables de sexo. Pero no, ahora no quiero decidirlo.

Sólo se que estas ahí, paradita, con una playera del maratón del 2002 que puede ser desde mi miedo, el pretexto perfecto para acercarme a ti y romper con una sola pregunta el orden impuesto, con la inercia, con tu vida resuelta, con la mía aletargada.

Y así, con una sonrisa seca, y con el sudor en el cuerpo, me enseñarás los ojos que cambiarán mi vida y con los que empezaré  por fin, a morirme de algo.
 

 

viernes, 27 de febrero de 2009

Final

... talvez por ser sábado ese día había mucha gente, por lo que el poder irme rápidamente fue algo complicado. Cuando creía haber superado el último obstáculo, salía de no se donde otro carrito repleto con la despensa suficiente para esperar el apocalipsis y con la clara misión de no dejarme pasar. 

Faltando quizá dos metros para cruzar la salida, levanté la cara y allí estaba, apareció, la vi, iba llegando.

Abrazarla fue el abrazar la verdad, el triunfo no fue encontrarla a ella únicamente, también lo era el comprobar que hay otra pluma metida en todo esto.

-Qué haces aquí ?

Me preguntó.

- buscándote.

Respondí.

Ella tenía planeado ir a la tienda de enfrente, sin embargo, un policía de transito no le permitió al taxi en el que se trasladaba dar una vuelta en u, por lo que prefirió bajarse antes y entrar a esa.

La acompañé a comprar un liquido para sus lentes de contacto y al llegar con el cajero este dijo lo que todos los cajeros de todos los supermercados dicen, pero que nunca antes había tenido tanto sentido como en es momento y me hizo entender que sólo en ese lugar podría haber pasado lo que pasó, como en un guión perfecto y que obviamente no escribo yo:

-Encontraron lo que buscaban?

Platicamos no más de cinco minutos, nos pusimos de acuerdo para volver a vernos, agendamos día, hora, lugar, lo planeamos todo, lo escribimos con nuestras plumas. Sin embargo, ese día ella nunca llegó, todo se interpuso y dejo de nuevo en claro que las cosas pasan cuando tienen que pasar, que hay historias que nosotros no escribimos, sino una pluma sabia que sabe cuando y sabe donde.
  

miércoles, 18 de febrero de 2009

Segunda parte

...y me puse un ultimátum: Ok, entra, si está, es que todo es cierto, que si hay cosas predestinadas, que lo que hay entre los dos no depende ni de ti ni de ella, pero sino, te olvidas de toda esta bola de estupideces. Y acepté.

Cuando apenas había caminado unos cuantos pasos adentro de la tienda, me cayó el veinte de las mínimas probabilidades que tenía de ganar y pensé en echarme para atrás, la apuesta era demasiado alta, lo que estaba en juego no eran 100 o 200 pesos, era mi forma de ver la vida, sin embargo, decidí  que ya estaba ahí y que había que dejar todo en manos de la otra pluma.

Mientras caminaba volteaba para todos lados, su cara la veía en cualquier cara. De pronto, me pareció verla pasar, era en el departamento de abarrotes, así que fui hacia allá con el corazón apunto de salirme del pecho, con las manos frías, la boca seca, el mundo en pausa. No hizo falta acercarme demasiado para darme cuenta que me había equivocado, la diferencia era como de 10 años e igual número de kilos.

La situación anterior se repitió varias veces, en cada pasillo, en cada departamento, pero seguí buscando. Estando en el área de lácteos pensé en que pasaría si me encontrara con algún conocido, obviamente tendría que inventar un pretexto para justificar mi presencia en esa tienda, ni modo que confesara que estaba buscando a alguien que soñé, pero bueno, podría inventar cualquier cosa.

Y así, anduve por todo el super, cada vez con menos fe, como si la enlataran de a poco, como a los chicharos. No quedaba más que caminar hacia la salida y olvidarme de la tontería más grande que había hecho en toda mi vida, nada era cierto, no hay otra pluma.     

Antes de salir estan las cajas...

viernes, 13 de febrero de 2009

Primera parte.

De un tiempo para acá me he dado cuenta de que en la historia de nuestras vidas hay capítulos que nosotros no escribimos. Momentos de los cuales resulta inútil pretender tomar control de lo que pasa. Las cosas se dan solas, los acontecimientos ocurren de forma perfecta, sin una razón lógica aparente, simplemente suceden.

Tratar de entenderlo es aún mas inútil, porque para hacerlo habría que usar la cabeza, y en estos momentos a los que refiero, la razón no tiene lugar, la inteligencia y los cinco sentidos son un estorbo. Los ojos no ven nada, los oídos no oyen nada.

Un sábado cualquiera, de un mes cualquiera, del año pasado, desperté con una inquietud, había soñado con una persona a la cual tenía varios meses de no ver. En el sueño hablamos por teléfono, la conversación no la recuerdo, era lo de menos. El punto es que salí de mi casa con una sola idea, ese día la iba a ver.

Eran las nueve de la mañana y salí a trabajar, fui a donde tenía que ir, hice lo que tenía que hacer, en fin, escenas de la parte de la historia que yo sí escribo, de regreso a mi casa veo un centro comercial, desde ese momento la pluma dejé de manejarla yo, el guión ahora decía: ve, entra, ahí la vas a encontrar, y aya fui.

Después de recorrerlo durante varios minutos quise recuperar la pluma, razonar, usar el cerebro -qué chingados haces aquí, estas parado en un punto del infinito y esperas encontrarla solo porque la soñaste? Estas enfermo.  Cuando me di cuenta ya lo había recorrido todo y quedaban solo dos puertas, la de la salida y la de Wall Mart.....

La puerta de la salida significaba el triunfo de lo lógico, de lo correcto, la otra puerta era la locura, pero también era la esperanza, era seguir apostando a que las casualidades no existen, a que hay otro lenguaje con el que escribe otra pluma, a que el corazón no miente. Pero había que decidir.....